martes, 27 de noviembre de 2012

Nunca dejes de estrujarme

Recuerdo que al llegar ni me miraste, 
fui solo una más de cientos 
y, sin embargo, fueron tuyos 
los primeros voleteos. 

Cómo no pude darme cuenta 
que hay ascensores prohibidos, 
que hay pecados compartidos, 
y que tú estabas tan cerca. 

Me disfrazo de ti. 
Te disfrazas de mí. 
Y jugamos a ser humanos 
en esta habitación gris. 

Muerdo el agua por ti. 
Te deslizas por mí. 
Y jugamos a ser dos gatos 
que no se quieren dormir. 

Mis anclajes no pararon tus instintos, 
ni los tuyos, mis quejidos. 
Y dejo correr mis tuercas 
y que hormigas me retuerzan. 

Quiero que no dejes de estrujarme 
sin que yo te diga nada. 
Que tus yemas sean lagañas 
enganchadas a mis vértices. 

Me disfrazo de ti. 
Te disfrazas de mí. 
Y jugamos a ser humanos 
en esta habitación gris. 

Muerdo el agua por ti. 
Te deslizas por mí. 
Y jugamos a ser dos gatos 
que no se quieren dormir. 

No sé que acabó sucediendo, 
sólo sentí dentro dardos. 
Nuestra incómoda postura 
se dilató en el espacio 

Se me hunde el dolor en el costado, 
se me nublan los recodos, 
tengo sed y estoy tragando, 
no quiero no estar a tu lado. 

Me disfrazo de ti. 
Te disfrazas de mí. 
Y jugamos a ser humanos 
en esta habitación gris. 

Muerdo el agua por ti. 
Te deslizas por mí. 
Y jugamos a ser dos gatos 
que no se quieren dormir. 

Me moriré de ganas de decirte 
que te voy a echar de menos… 
Y las palabras se me apartan, 
me vacían las entrañas 

Finjo que no sé, y que no has sabido. 
Finjo que no me gusta estar contigo… 
Y al perderme entre mis dedos 
te recuerdo sin esfuerzo 

Me moriré de ganas de decirte 
que te voy a echar de menos...


zahara con las ganas

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