jueves, 29 de noviembre de 2012

A vivir se aprende viviendo.

Cuantas cosas nos pasan a lo largo de nuestras vidas, cosas buenas, cosas malas... cosas que te dejan una marca o cicatriz de la que crees que nunca te podrás deshacer, y la verdad es que así es, pienso que por mucho que nos empeñemos hay situaciones de la vida por la que hemos pasado que jamás se podrán olvidar, ya que te han dejado una cicatriz física en la piel y personalmente en el alma...
Siempre será tu tema tabú con el que nunca te atrevías a hablar con nadie hasta que aparece esa persona,esa persona especial, ella con la que no me cuesta ni me duele hablar de ello, y entonces empiezas automáticamente a sentirte mejor y a pensar que ya esta que ya paso que ya no es para tanto, que se puede hablar con normalidad de ello...
Y ahí estas tú, sólo tu puedes decidir que hacer, si encerrarte en ello y vivir siempre con la pena, el trauma y anclado en ese fantasma del pasado de tu vida, o seguir fuertemente adelante, ayudándote de ello para fortalecerte, utilizando tus experiencias para intentar ayudar a los demás que están pasando por lo que tu pasaste o simplemente para sacarles una sonrisa, y ahí en ese punto exacto en el que se dibuja la primera sonrisa en la cara de alguien, es cuando puedes  decir ya ha pasado lo peor y esto no me va impedir nunca más seguir adelante y que me impida hacer muchísimas cosas que antes eran impensables que hiciera, como por ejemplo, atravesar esas puertas, esas puertas, que tantas y tantas otras veces sumida en la más pura tristeza atravesé, pero sabiendo que esta vez lo haces para intentar hacer feliz aunque sea por tan solo una hora a ellos que tanto están sufriendo ahora... Como en su día otros te hicieron sonreír a tí cuando tanta y tanta falta te hacía... por eso...
TODO POR UNA SONRISA.

...Adios a vivir con todo eso para mi sola para adentro.

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